miércoles, 10 de septiembre de 2008

LA PRIMAVERA, EL BOSQUE AMENAZADO

Vista satelital del bosque La Primavera y la Zona Metropolitana de Guadalajara, Jalisco, México (2005)

Agustín del Castillo. PÚBLICO-MILENIO

¿Cómo sería Guadalajara sin el bosque La Primavera? La pregunta es pertinente ahora que la reserva ecológica más emblemática de la región metropolitana enfrenta una nueva ofensiva de los intereses "desarrollistas", que ha derivado a últimos años en incendios devastadores, en un cercenamiento del polígono protegido desde 1980, y en cambios de uso de suelo descontrolados –o más bien, controlados con una lógica restringida a lo comercial-, sobre todo en la zona de bosque que quedó fuera del área decretada.

Precisamente hoy, cuando estas montañas de más de 35 mil hectáreas (30,500 ha protegidas en marzo de 1980) -que fueron olvidadas durante dos decenios- vuelven a posicionarse comercialmente por su alto potencial inmobiliario, recreativo o de generación de energía (geotermia), y cuando la infraestructura regional invade sus linderos y parece condenar al bosque a un aislamiento biogeográfico, los amplios estudios que han documentado su riqueza recuperan su oportunidad, como posible evidencia de que se está haciendo mal el análisis costo-beneficio de una política que alude a "lo verde" como retórica, pero como bien lo señala el investigador Arturo Curiel, en la práctica sólo hace valer las prioridades de la economía.

Si no existiera La Primavera, en Guadalajara habría considerablemente menos agua, un par de grados más en la temperatura promedio anual, y más contaminación atmosférica (el bosque funciona una parte del año como purificador de las corrientes de aire de la ciudad); la erosión se habría comido buena parte de los valles contiguos y la pobreza en formas de vida restaría posibilidades de usos tradicionales de especies vegetales y animales para problemas cotidianos.

El proceso de desertización y desertificación (que los expertos distinguen por sus causas: el avance natural de los desiertos y el avance de los desiertos propiciado por actividades humanas, respectivamente) habría avanzado hasta el borde de la barranca. La Perla de Occidente se ubicaría en un páramo similar a Aguascalientes o Torreón. ¿Esa es la ciudad anhelada?

Los estudios oficiales confirman este gran valor de La Primavera. Primero, como captadora de agua. Según el diagnóstico del programa oficial de manejo (Semarnat, diciembre de 2000), el bosque recarga en su subsuelo cada año 240 millones de metros cúbicos, agua suficiente para abastecer una población de cuatro millones 400 mil personas con una cuota de 150 litros al día.

http://www.verdebandera.com/2008/09/recursos-naturales.html

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