jueves, 14 de febrero de 2008

¿Y AHORA QUÉ?

Río Santiago en El Salto y Juanacatlán (Jalisco, México)
Fotografía La Jornada Jalisco

Ayer murió Miguel Ángel López Rocha, un niño de apenas 8 años de edad que el pasado 25 de enero cayera a las pútridas aguas del río Santiago. Durante 19 días los médicos hicieron esfuerzos para sacarlo del coma profundo, que hoy sabemos fue resultado de una severa intoxicación por arsénico.

Mientras el pequeño inocente se debatía entre la vida y la muerte, las autoridades responsables de velar por el bienestar de los ciudadanos se limitaron a deslindarse y declarar que estudiarán afondo el caso para determinar si realmente la causa de la enfermedad de Miguel Ángel era la contaminación del río…

Bla, bla, bla, bla, bla, bla, bla… “Que bonito hablan cuando se echan la bolita“

De acuerdo al Tribunal Latinoamericano del Agua, el Santiago es uno de los ríos más contaminados del mundo. Apenas en octubre pasado dicha instancia internacional emitió un veredicto responsabilizando a las autoridades, en los tres niveles de gobierno, por el alarmante deterioro del río Santiago y la cuenca a la cual pertenece, y por las repercusiones sobre las condiciones de vida y la salud de las poblaciones de El Salto y Juanacatlán:

Y ahora que ya reconocen la gravedad de su negligencia, las autoridades proponen “grandes soluciones” como desviar el río o entubarlo…

Bla, bla, bla, bla, bla, bla… “Que bonito hablan cuando dicen sandeces”

Señores funcionarios, no se engañen; sólo existe una solución y se llama saneamiento integral de la cuenca; eso significa mayor vigilancia, control de las descargas, plantas de tratamiento y sobre todo mucho sentido común.